27 de junio de 2009

Ciclos

Tal como dije en mi primer post, me caracterizo por postponer todo ad infinitum. Sin embargo, cuando finalmente lo hago me doy cuenta de cuán fácil era (en gran parte de las oportunidades) y de cuán satisfactorio es el resultado. A esta revelación sigue, indefectiblemente, la ilusa determinación -al estilo de las promesas de Año Nuevo- de que ya no postpondré nada y haré todo en tiempo y forma...



...hasta que, un tiempo después, me encuentro nuevamente con la "adrenalina" de haber postpuesto alguna otra actividad nuevamente.

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